Muchos, de niños, le hemos tenido miedo a la obscuridad. Nos imaginábamos que toda clase de monstruos y misterios se escondían en medio de las sombras de nuestra habitación.

Para algunos, este temor no acaba cuando llega la adolescencia, por el contrario, se acentúa y se convierte en una fobia.

Nictofobia, acluofobia, escotofobia, mictofobia, ligofobia. Son algunos de los nombres que recibe ese temor incontrolable a la obscuridad y a la noche. Aunque el término más usado es nictofobia.

¿Por qué nos da miedo la obscuridad?

Algunos biólogos y antropólogos opinan que el ser humano (a diferencia de otros animales) tiene una visión nocturna muy limitada, lo que hacía que el hombre de las cavernas fuera presa fácil de un sinfín de peligros que aparecían al caer la noche.

Algunos otros psicólogos y sociólogos han demostrado que el temor a la obscuridad aparece aproximadamente a los dos años de edad, por lo que no sería un temor natural o heredado sino más bien aprendido.

Sea cual sea la postura que consideremos más adecuada lo cierto es que este es uno de los mayores temores infantiles, y no son pocos los adultos que le temen a la obscuridad.

¿Pero exactamente a qué le tememos? A diferencia de otras fobias, donde lo que nos causa terror es el objeto mismo de nuestra fobia, como las arañas o los ratones. En la nictofobia le tememos a lo que no vemos.

Tenemos miedo de lo que no podemos percibir, de lo que no está. Es un temor irreal, no nos asusta lo que está ocurriendo, sino a aquello que podría estar ocurriendo y no nos damos cuenta. Nos angustia nuestra propia incapacidad para percibir el peligro.

Justamente como se trata de un miedo difuso, que no es a algo real y concreto, es un temor que proviene desde lo más profundo de nuestro inconsciente y no terminamos de entender ni menos aún, podemos explicar.

¿Cuáles son los síntomas de la Nictofobia?

El miedo a la obscuridad, es como todas las fobias un trastorno de la ansiedad, por lo que cuando una persona que con este mal se encuentra en lugares obscuros, muy probablemente presente los siguientes síntomas:

• Respiración agitada y aceleración del ritmo cardiaco
• Mareos y nauseas
• Sudores
• Temblores
• Vomitos
• Un sentimiento profundo de angustia que va creciendo rápidamente

Por lo general, estas personas para no sufrir todo lo arriba descrito evitan lugares que sean muy obscuros: Pueden usar una luz nocturna para dormir, tener a la mano una linterna o lamparita o algún similar que les permita tener el control en situaciones donde la iluminación es insuficiente.

¿Cómo superar el Miedo a la obscuridad?

La nictofobia, felizmente tiene cura. No estamos condenados a padecerla por el resto de nuestros días.

Existen muchas terapias psicológicas que suelen tener éxito en el tratamiento de las fobias. Sin embargo todas ellas implican una fuerte inversión de tiempo y dinero, pues sus efectos no son inmediatos.

La hipnosis, entonces, se presenta como una alternativa altamente efectiva y que puede dar resultados en breve tiempo.

¿Por qué la hipnosis es tan efectiva para eliminar el miedo a la obscuridad?

Tal como lo dijimos líneas arriba, el temor a la obscuridad se origina en las profundidades de nuestra mente inconsciente.

La hipnosis es capaz de llegar hasta nuestro inconsciente para trasmitir mensajes positivos que terminen por romper nuestros temores irracionales.

Es por ello que gracias a la hipnosis podemos eliminar el problema desde su raíz.

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