Alcoholismo: Cuando no se puede dejar de tomar alcohol

El alcohol se encuentra presente, desde tiempos inmemorables, cuando tiene lugar una celebración por las cosas buenas que suceden en la vida de una persona: su nacimiento, cumpleaños, graduación, matrimonio, ascenso, nacimiento de un hijo, entre otros.

En estos casos, el consumo de bebidas alcohólicas resulta aceptable pues estas producen sensaciones de relajación y alegría que encajan a la perfección con el momento de celebración.

Por otra parte, el consumo de alcohol también se da cuando ocurren situaciones trágicas o que representan un dolor como lo son la pérdida de un ser querido, despido laboral, ruptura de una relación amorosa, problemas financieros, etc.

Como resultado se tiene entonces que la ingesta de alcohol se da de manera frecuente y en algunos casos a diario, ya que es consumido tanto en los buenos como en los malos momentos que puede atravesar una persona a lo largo de su vida.

Esto no suele representar un problema hasta que la persona desarrolla una especie de dependencia al alcohol, por lo que le resulta imperante consumir esta sustancia de manera constante, sin importarle las circunstancias ni las consecuencias que esto pueda traerle.

Cuando un individuo no pueda estar mucho tiempo sin tomar alcohol, se dice que padece de alcoholismo.

Alcoholismo: Definición y causas

El término alcoholismo se emplea para definir a un padecimiento que le provoca a cualquier individuo la fuerte necesidad de tomar alcohol. Al existir este tipo de dependencia física, se suelen presentar diversos síntomas de abstinencia cuando lo se logra el consumo del mismo.

La persona alcohólica no posee ningún tipo de control en cuanto a los límites de su ingesta diaria, los cuales se incrementan a medida que se genera un alto grado de tolerancia a esta droga lícita.

Es por esta razón que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define el alcoholismo como “toda forma de embriaguez que excede el consumo tradicional y corriente o que sobrepasa los linderos de las costumbres sociales (...)”

Por su parte, la Asociación de Médicos de los Estados Unidos (American Medical Association) califica esa condición como una enfermedad crónica, progresiva e incurable que en algunos casos puede llegar a ser mortal.

Entre las causas, se tiene que la dependencia al alcohol puede ser generada como consecuencia de una predisposición en los genes. Investigadores han logrado identificar una serie de características genéticas que podrían estar directamente relacionadas con esta patología.

La existencia de alguna enfermedad mental, el consumo abundante y excesivo de sustancias alcohólicas o una combinación de estos factores, también se perfilan como las posibles causas de que una persona desarrolle una tendencia impulsiva a ingerir alcohol.

Intoxicación etílica

La ingesta de alcohol produce una serie de efectos a corto plazo, que suelen variar de acuerdo a la dosis consumida y a otros factores de tipo personal:

·       Euforia y excitación: Suele darse tras los primeros tragos y se caracteriza por una manera de expresarse muy elocuente, desinhibición, euforia, enrojecimiento de la cara y una sensación de emoción ante cualquier mínima cosa.

·       Intoxicación: Cuando el organismo no está acostumbrado al consumo de alcohol, se resiste al mismo. El sistema nervioso se ve afectado ya que se pierde la capacidad de coordinar los movimientos, lo que genera el desequilibrio y las caídas. Así mismo, el abuso en la ingesta bebidas alcohólicas deja como consecuencia síntomas propios de la depresión.

·       Confusión: La persona se muestra irritable, agitada, nerviosa, somnolienta y en algunos casos presenta fuertes dolores de cabeza, náuseas, vómitos y dificultades para hablar y coordinar sus movimientos.

·       Estupor y coma: En esta fase, el lenguaje del intoxicado se muestra incoherente y es imposible entender lo que intenta decir. Además, el nivel de conciencia y del tono muscular del individuo disminuyen a la vez que se presentan problemas para mantener una respiración adecuada.

·       Fase bulbar o de muerte: Es cuando pueden ocurrir un shock cardiovascular, la inhibición de la respiración o un paro cardio-respiratorio y generar la muerte.

Previniendo el alcoholismo

Para evitar la aparición del alcoholismo es importante seguir, en un comienzo, los siguientes tres pasos:

·       No ingerir alcohol antes de la adultez: Esto dependerá principalmente de los padres ya que si verdaderamente desean que su hijo practique la abstención alcohólica, es necesario que ellos mismos no tomen delante de los jóvenes para evitar que estos consideren el consumo de alcohol como algo normal y tolerable.

·       Informar al adolescente sobre los efectos del alcohol: Una persona consciente de las consecuencias negativas de la ingesta de alcohol es mucho menos propensa a sentirse tentada a probar dicha sustancia.

·       Eliminar factores de riesgo: Indicar al adolescente maneras de soportar las presiones sociales, mejorar su autoestima y mostrarle otras maneras de diversión, sin la necesidad de consumir alcohol, suele ser de mucha ayuda.

Como ves, la adicción o dependencia al alcohol no sólo afecta al individuo que la padece sino que también resulta negativa para todo el que lo rodea, ya que son quienes deben encargarse del adicto una vez que comienza a consumir alcohol.

Para vencer esta enfermedad, indudablemente el primer paso que el individuo debe dar es reconocer y aceptar la clara existencia de esta terrible condición de dependencia al alcohol.

Entre las técnicas para superar esta patología destaca principalmente el apoyo de familiares y amigos que hagan ver a la persona que su vida vale mucho más que el placer que le proporciona la ingesta de bebidas alcohólicas.

Asistir a grupos de ayuda también resulta beneficioso ya que el adicto tiene la posibilidad de compartir con personas que padecen lo mismo que él y cuyas experiencias –generalmente negativas y cercanas a la muerte- podrían tener un efecto que le permita abrir los ojos ante la gravedad de su problema.

Y aunque actualmente no existe ningún tipo de cura para esta enfermedad, muchos alcohólicos logran mantenerse en un estado de sobriedad por largos períodos de tiempo relacionados con su fuerza de voluntad y el empeño que ponen para dejar atrás su condición de adicto al alcohol.