Adicción al cannabis y marihuana

El término cannabis se refiere a la droga proveniente de la planta del cáñamo, y que suele ser utilizada para fines medicinales, religiosos y recreativos. Esta sustancia, también conocida como marihuana, suele consumirse en forma de aceite, polen, pasta de resina y hojas secas.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el cannabis es la sustancia ilícita más utilizada a nivel mundial. Su regulación legal varía en cada país y la cantidad de defensores como de detractores de su despenalización es igual.

Sin importar la manera (fumada u oral), o las razones por las que se consuma el cannabis, es importante saber que contiene más de quinientos compuestos químicos diferentes que actúan sobre el sistema nervioso.

Al igual que la heroína y la nicotina, el efecto que produce la marihuana en el organismo se debe a que su principal compuesto activo (el tetrahidrocannabinol - THC) es una sustancia que utilizan las neuronas cerebrales para comunicarse entre sí.

Cuando el THC se une con las moléculas denominadas receptores cannabinoides, suele afectar el correcto y puntual funcionamiento de las neuronas.

Una de las características del tetrahidrocannabinol es que tiende a acumularse entre los tejidos corporales y sus efectos demoran en desaparecer. Por esta razón su consumo puede ser descubierto mucho tiempo después.

Así mismo, se tiene que cuando se decide abandonar el vicio del cannabis esto resulta sencillo los primeros días ya que el cuerpo mantiene ciertas “reservas” de la sustancia, ubicadas en la grasa corporal. Todo se complica al cabo de un mes, cuando los depósitos de cannabis se vacían completamente.

En un informe publicado por la ONU en el año 2004, se indica que al menos el 4% de la población adulta mundial (162 millones de personas, aproximadamente) consume cannabis anualmente, mientras que alrededor del 1,3% (21 millones) lo hace de manera diaria.

Síntomas que padece el adicto al cannabis

Los síntomas de la adicción a la marihuana o cannabis se ven principalmente representados por cambios drásticos tanto de humor como de comportamiento, síntomas de índole físico y aislamiento social. Algunos síntomas son:

·       Ansias persistentes y constantes de fumar cannabis

·       Bajo desempeño en el hogar, la universidad o el trabajo

·       Fumar mucho más cannabis o hacerlo de manera más frecuente

·       Deseo de abandonar el consumo de marihuana pero sin lograrlo

·       Desarrollar síntomas emocionales o físicos de abstinencia, cuando se intenta dejarlo

·       Pasar la mayor parte del tiempo consumiendo esta droga, o recuperándose de sus efectos

·       Ser incapaz de renunciar al consumo de cannabis aun cuando se conocen los daños que esto genera a sí mismo y a terceros

Síndrome de la abstinencia del cannabis / marihuana

Cuando un adicto a la marihuana se encuentra en proceso de abandono de este terrible hábito, presenta ciertos síntomas con características similares a los de alguien que desea eliminar el consumo de nicotina. Esto debido a que el cannabis suele ser consumido de manera conjunta con el tabaco:

·       Náuseas

·       Insomnio

·       Pesadillas

·       Depresión

·       Temblores

·       Irritabilidad

·       Falta de apetito

·       Arrebatos de ira

·       Dolores de cabeza

·       Sudoración excesiva

·       Cambios drásticos de humor

Consecuencias del consumo de cannabis

Consumir cannabis o marihuana de manera frecuente, convirtiéndose esto en un hábito, suele resultar en la aparición de diversos problemas entre los que se encuentran:

·       Adicción a la sustancia: Diversos estudios demuestran que el cannabis posee un alto potencial adictivo tanto en animales como en seres humanos. En los roedores, genera una conducta de autoadministración, mientras que cumple con las características de adicción en humanos. Al igual que la cocaína y el alcohol, la marihuana modifica el sistema de recompensa y eleva la existencia de dopamina en el organismo. La adicción al cannabis resulta difícil de superar ya que el consumo de la misma produce un sentimiento prolongado de bienestar, relajación y tranquilidad que evitan que el adicto lo reconozca como un problema.

·       Falta de motivación: Durante los años 60 se determinó que el consumo de cannabis produce el denominado “síndrome amotivacional”, el cual consiste en un bajo interés en otras actividades que no sean iguales a fumar marihuana. Los estudios, el trabajo, los hobbies e incluso las relaciones sociales y de pareja, no logran satisfacer al afectado, quien posee muy pocas o nulas ganas de realizar cualquier cosa o cumplir con ciertas responsabilidades propias de la vida diaria.

La sensación de vacío vuelve su existencia un tanto deprimente pero no se encuentran capacitados ni motivados para cambiar la situación, por lo que suelen aumentar la dosis de cannabis, agrandando así el problema.

·       Trastornos de ansiedad: Si bien el consumo de esta droga suele resultar placentero y tranquilizante al principio, las personas “forzadas” a consumir marihuana tienden a desarrollar diferentes trastornos de ansiedad como lo son las crisis de pánico, el miedo irracional a los espacios abiertos y la ansiedad flotante.

·       Psicosis: Hasta los consumos de las cantidades de cannabis más pequeñas pueden originar trastornos psicóticos con síntomas iguales a aquellos producto de la esquizofrenia. Estos malestares suelen desaparecer tras abandonar el consumo pero muchas veces es necesario un tratamiento psiquiátrico extensivo.

·       Alteraciones cognitivas: Se incluyen la pérdida de la memoria y la dificultad de concentración y de atención, las cuales desaparecen a corto plazo al detener la ingesta de cannabis. Su desvanecimiento total se produce después de meses.

·       Problemas respiratorios: Se producen principalmente cuando la manera de consumo de marihuana es fumado ya que afecta a los pulmones.

Tratamiento de la adicción al cannabis

La adicción al cannabis debe ser tratada por un especialista en la materia y con un tratamiento específico. En algunos casos, es necesaria una intervención farmacológica en el sistema motivacional, para invertir –lo más rápido posible- los efectos que tienen lugar en él.

Si existen síntomas de ansiedad o de carácter psicótico, los fármacos deberán administrarse en conjunto con un tratamiento sintomático.

Por su parte, lo más adecuado para tratar la adicción al cannabis es un programa de deshabituación que puede ser individual o grupal (aunque la combinación de ambas resulta muy efectiva). Si la adicción es severa o está relacionada con otras adicciones, resultaría imperante un tratamiento residencial.