Eyaculación precoz: Qué es y cómo combatirla

Se conoce como eyaculación precoz (E.P) a la falta de control que tiene el hombre ante el reflejo eyaculatorio. Es decir, es un trastorno o condición que se da en la fase del orgasmo durante una relación sexual.

Datos de la Eyaculación precoz

Diversos estudios han reflejado que la mayoría de los hombres pueden llegar a experimentar una eyaculación precoz en al menos uno de sus encuentros sexuales, expulsando de manera prematura el semen incluso antes de penetrar a su pareja o a los pocos segundos de haber comenzado el coito.

La cantidad de varones afectados por esta patología oscila entre el 25% y el 40% de la población total masculina, por lo que se tiene que es uno de los problemas sexuales más frecuentes.

Diversas investigaciones se contradicen en cuanto a cómo determinar si verdaderamente un hombre sufre de eyaculación precoz. Esto sucede especialmente porque por alguna u otra razón y en cualquier punto de su vida sexual, muchos de ellos la experimentarán.

El grupo de investigadores Masters y Johnson dictamina que el ejemplar masculino la padece si logra eyacular antes de que su pareja alcance un orgasmo, en más de la mitad de sus relaciones sexuales.

Diversos sexólogos definen la eyaculación precoz al hecho de eyacular menos de dos minutos después de haberse iniciado la penetración o acto sexual. Sin embargo, una encuesta realizada en los años 1950 reflejó que una tercera parte de la población masculina eyacula en ese período de tiempo (1 a 2 minutos).

Así mismo, y como cada persona y cuerpo es totalmente diferente al de los demás, es importante conocer que no todos los hombres “aguantan” la misma cantidad de tiempo sin eyacular mientras realiza el encuentro sexual.

Según diversos estudios, se ha logrado demostrar que existe un Tiempo Latente de Eyaculación Intravaginal (IELT, por sus siglas en inglés) que supone un aproximado de seis minutos y medio en hombres con edades comprendidas entre los 18 y 30 años de edad.

Si esta condición se sitúa en un IELT menor al percentil promedio de 2.5, se dice entonces que una eyaculación precoz es aquella cuya duración de IELT se ubica en los dos minutos y medio. Sin embargo, existen hombres cuyo IELT es menor al minuto y medio pero se sienten satisfechos con ello por lo que no reportan una falla en el control eyaculatorio.

Causas de la eyaculación precoz:

Durante una relación sexual denominada como normal, la excitación que siente el hombre va en aumento progresivo hasta llegar a una fase –llamada “meseta”- donde disfruta al máximo del placer sexual que le ofrece su pareja, hasta que llega de manera voluntaria al clímax.

El eyaculador precoz no logra mantenerse por mucho tiempo en la fase “meseta” ya que el grado de excitación sube de manera repentina y es cuando se produce una eyaculación involuntaria y prematura.

Esto puede deberse a algún tipo de alteración psicológica o emocional que afecte de manera subconsciente al individuo. En muy pocas ocasiones se da por un trastorno fisiológico o anatómico.

Para conocer mejor las cosas o situaciones que provocan la aparición de este trastorno sexual, es importante saber que existen diversos factores responsables:

·       Orgánicos: Se dice que la eyaculación precoz tiene su origen en causas orgánicas cuando surge como el resultado de infecciones urogenitales y de la próstata, al igual que trastornos degenerativos, neurológicos, desequilibrios hormonales, alteraciones vasculares o como efecto secundario de fármacos antidepresivos, estimulantes, antihipertensivos y antigripales con pseudoefedrina. Otras afecciones de tipo psiquiátricas como lo son la bipolaridad y el estrés postraumático también pueden promover esta disfunción sexual.

·       Psicológicos o ambientales: Si bien es cierto que la mayoría de los hombres niegan la existencia de cualquier vínculo entre su bienestar emocional y su buen desempeño en el acto sexual, existen ciertos factores psicológicos que propician la eyaculación precoz. El estrés, la depresión, preocupación por deudas o asuntos laborales, son algunos de los causantes este tipo de trastorno.

En ciertos casos, la eyaculación prematura puede darse por un simple estado de deseo y excitación sexual que no puede ser controlado. Por ejemplo, un hombre que ha pasado una cantidad considerable de tiempo sin sostener un encuentro sexual, puede llegar a eyacular de manera repentina.

Tipos de eyaculación precoz

·       E.P primaria: Es aquella en la que el individuo nunca ha sabido controlar su eyaculación.

·       E.P secundaria: Se da poco después de que el hombre inicia su la vida sexual.

Generalmente, los adolescentes suelen experimentar esta condición en algunas de sus primeras relaciones sexuales pero con el tiempo comienzan a optimizar el control eyaculatorio. Por lo tanto, no es algo de qué preocuparse.

Tratar la eyaculación precoz

Una vez que el individuo se vea afectado con esta condición sexual, lo primordial es que busque alternativas que lo ayuden a superarla para así poder disfrutar plenamente de su sexualidad y ofrecer el mayor placer a su pareja.

Algunas de las técnicas más sencillas de aplicar para evitar la aparición de la eyaculación precoz, aunque solo son medidas provisionales pero no la buena solución. Son las siguientes:

·       Relájate: Deja a un lado los problemas y preocupaciones antes de iniciar cualquier acto sexual. Una mente despejada ayuda a mantenerte concentrado en lo verdaderamente importante del momento que es el placer.

·       Haz ejercicios: Algunos ejercicios se pueden realizar para fortalecer los músculos de la pelvis. Por ejemplo: mientras orinas, corta el flujo de líquido por algunos segundos y luego continúa, esto te ayudará a mejorar el control eyaculatorio.

·       Cambia el ritmo: No sientas miedo o vergüenza de cambiar el ritmo que llevas con tu pareja durante el coito. Una buena opción es disminuir la velocidad de la penetración o incluir otros movimientos -como circulares-, cuando sientas que te falta poco para llegar al clímax.

·       Masturbación: Puedes practicar la masturbación tanto solo como en pareja. Cuando te falte poco, detén la estimulación por al menos 30 segundos y luego vuelve a hacerlo por un par de veces.

·       Uso del preservativo: Esto funciona a la perfección ya que al no tener un contacto directo con la zona íntima de tu pareja, el placer tardará más en llegar. Además existen unos “retardantes”, creados especialmente para atacar este trastorno.